No sé si a esta altura de mi vida habré verdaderamente conquistado algún reino... la probabilidad es nula. No tengo una tierra, no tengo súbditos, ni trono, ni corona; pero sí se podría decir que tengo una corte real en casa... y afuera, en la calle, tengo gente que me dice REINA. Para el señor verdulero de la esquina, no soy una casera más... soy LA REINA. Papas, lechuga, tomates, manzanas, peras... todo me sabe mejor por esa simple simpatía. Soy la "REINA", soy la "LOLITA", a veces soy "LA NIÑA" de alguien! Entre pesados, resaltan los amables, los dulces, los suaves... Cómo agradecer esos sobornos para volver con ganas, esos regalos baratos pero trascendentales que aplican a la vida un bálsamo suavizante para la resistencia de las demás asperezas que abundan.
Que fresca es la sombra que ofrecen
Que limpia el agua dulce de sus miradas
Es por ti que empiezo un nuevo día
Hay ángeles entre nosotros
Z
Gente, Presuntos implicados
Gracias por conquistarme
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