Menos complicada que antes;

definida por algunos como: niña que piensa

en la inmortalidad del cangrejo,

que se va en la volá’ y extravagante.

Aquí estoy de nuevo, en esta terapia.


El asunto es simple: la vida como es, con todos sus altibajos.

Causas queprovocan efectos, y

a veces defectos.


Está claro, este blog es para desahogarse.


Bienvenid@

martes, 2 de marzo de 2010

Nueva experiencia

Dicen por ahí: Si a usted no le gustan los terremotos ni los tsunamis, entonces cámbiese de país. Una idea demasiado radical; para algunos inalcanzable, o absurda para quien ama irremediablemente a su hogar a pesar de terremotos, tsunamis, huracanes, tifones, o cualquier tipo de cosa que se le ocurra a la naturaleza.

No frecuentes, pero casuales, son los terremetos en Chile. Y de casuales que son, yo siempre quise estar preparada para una casualidad probable. Pero es difícil prever con exactitud las propias emociones a través de la interpretación que le dan otros a este tipo de acontecimientos tan fortuitos. Equipada con mi linterna siempre cargada y una ración de calma inventada para las emergencias, proviniente tal vez de mi experiencia en las pesadillas; por fin, y lo digo con alivio, ha llegado mi hora y la de los que me acompañan en mi generación, de vivir en carne propia un terremoto y su significado; y agarrar experiencia.

A pesar de que en mi ciudad el terremoto no fue tan poderoso, aun siendo tan vaga la experiencia, igual vale. Mi regla general aprendida: Ser consciente de que las emociones son contagiosas, y que por lo tanto, la calma propia es fundamental; apoyar a la gente y estar unidos... SIEMPRE estar unidos, porque el movimiento de un terremoto no es nada comparado a la turbulenta sensación de perderlo todo, y la unión hace la fuerza, esa que nos permite soportar los dolores, seguir adelante y volver a empezar.

¡FUERZA CHILE!

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