Menos complicada que antes;

definida por algunos como: niña que piensa

en la inmortalidad del cangrejo,

que se va en la volá’ y extravagante.

Aquí estoy de nuevo, en esta terapia.


El asunto es simple: la vida como es, con todos sus altibajos.

Causas queprovocan efectos, y

a veces defectos.


Está claro, este blog es para desahogarse.


Bienvenid@

domingo, 30 de mayo de 2010

Los costos fijos

A pesar de que estoy poniendo todo mi empeño en controlar los sucesos de mi vida, para que me salgan tal como los planifico, me resulta difícil, hasta desgastante; pero al final de cuentas estoy comprobando que los resultados se están acercando a lo planificado o incluso hay algunos que han salido mejores de lo esperado. Compruebo en carne propia, huelo el valor genuino, de la frase: difícil, pero no imposible.

Nada es fácil en la vida. Vivimos en un mundo equivocado, con personas equivocadas o que se equivocan, y con nustras propias equivocaciones. Convivir con ello, es parte de los costos fijos que tenemos que pagar para seguir viviendo.

Lo terrible es que te pillan de improviso, que a veces cuestan caro, y no hay ni una tarjeta de crédito para poder pagarlos en cómodas cuotas. Se pagan al contado y en cualquier segundo que se presenten.

Para conseguir cosas hay que tener persistencia, pero la persistencia tiene que ver con la motivación y el agrado. A veces se presentan tremendas cuotas de costos fijos que nos pueden llevar hasta un hoyo y matarnos la motivación.

Por mi afán de controlarlo todo, hoy siempre pienso en la posibilidad de que me toque pagar altos costos fijos de sopetón; no se trata de ser pesimista y temeros@; al contrario, ser siempre positiv@ pero preparad@ para el pago de esas contribuciones que uno tiene que pagar para tener una vida digna.

domingo, 23 de mayo de 2010

Un mal pronóstico


El vuelco de los medios, de los comerciales, de la gente... por el mundial me tiene asombrada. En mis largos trayectos, de aquí para allá, veo a la gente como hormigas; una comunidad sin matiz, apurada, comprando, rayando la papa con el mundial.

Tan "curta" que está la gente; están leyendo más qe nunca (bigrafías de futbolistas XD); viendo más documentales (sobre fútbol XD); viendo más noticias (deportivas XD); preocupándose de extender su vocabulario leyendo diccionarios (de terminología futbolística XD); intelectualmente admiran a alguien capo (señor Bielsa XD), y a la vez se han puesto más religiosos (rezando para que un ángel los lleve hasta Sudáfrica para ver el mundial en directo).

Después de Junio, la veo negra para Chile; que está basando toda su felicidad en el mundial. El comercio y su publicidad, han creado un fanatismo que no pasa de dos meses más. Han hecho que la gente se atiborre de artilugios menos que interesantes, que después de que perdamos en el mundial, sólo van a ser una basurita visual que llame a la depresión.

Este fanatismo desmesurado que han incrustado en la sociedad chilena, que envuelve a todos sin escapatoria, no es más que una contaminación, absolutamente antihiegiénica que claramente (para algunos) son los pasos a seguir para conseguir una contundente depresión post-mundialera.


Más vale tomar vitaminas, hablar de otras cosas, jugar a la rayuela y procurar achuntar a la línea, más que a los resultados mundialeros...


Y más les vale, a estos piernas locas que tenemos por equipo, hacerlo menos mal que otras veces
.

domingo, 16 de mayo de 2010

Una semana de silencio

Como nativa dela globalización, perder la herramienta de la navegación universal es simplemente una anulación. Esta semana ha sido una de las más deprimentes del año, simplemente por no estar con mi extensióm más poderosa: el computador.

Me acuerdo que cuando chica, tuve un profesor de lenguaje, que al principio de cada clase nos decía que teníamos que leer todos los días, que teníamos que tener muchos libros, coleccionarlos; siempre nos contaba que tenía más de 5000 libros en su casa, y en su discurso destacaba la importancia de los libros versus el malévolo computador, derretidor de sesos.

Hoy sé, siento, lo equivocado que estaba el profesor. Definitivamente no hay comparación. En lo antidemocrático que es un libro frente a la libertad absoluta que te da tu computador, que es sin duda una prolongación de uno mismo. Uno busca lo que quiere ver, cómo lo quiere ver, y que el cuándo lo quieres ver sea una cosa de mera decisión que se cumple en cuestión de segundos... es algo mágico. Es per-fec-ción.

Tal como las antiguas civilizaciones veneraban al sol, las estrellas, la luna, distintos dioses; hoy, como nueva civilización, también tenemos a nuestro complemento espiritual, por contradictorio que parezca. Ya es tiempo de hacerlo evidente, que la generación anterior no nos suprima, ni nos dé lecciones de antigua moral anti-tecnológica. Déjenos con nuetro computador, no nos impidan ser felices.

Oda a Mi navegador universal

Oh tú, dulce cantor de mis melodías cerebrales,
compositor de colores,
recitador de poemas,
valiente marinero,
surcador de mares y tormentas,
perseguidor de objetivos,
buscador incansable.

Sin ti la vida es sólo piel y huesos,
contigo, electricidad y luz.

Yo sé que no tienes la culpa; todos nos enfermamos alguna vez. ¡¡ Vuelve pronto de tu reparación!!

Hoy más que nunca, entendiendo mi aprecio por ti, prolongación de mi alma; esta capitana orgullosa de tu oficio, te extraña.

(Entrada hecha en compuador ajeno.)

domingo, 9 de mayo de 2010

¿Dónde está mi grillo de la suerte?

La gente a mi alrededor se cuestiona cómo es que me funcionan las cosas... y no parecen entender la evidente respuesta lógica: - simple, le pongo colors - lo que siginifica: le pongo empeño.

(Quien no entiende esa parte, no está conmigo, y quien abusa de mi "suerte", menos. Es fácil decirle al grillo:-vámonos-.)

Estaba yo, preparándome para el primer exámen oral del año. Vestida formal, sólo faltaba ponerme zapatos de tacón. Estaba el par en una bolsita. Los puse sobre mi cartera y esta sobre un cubo de basura, cerrado. La cartera era lo suficientemente grande para no entrar en él. Mientras me quitaba las informales zapatillas, clap-clap... los zapatos se resbalaron de la cartera, se escaparon de la bolsa, abrieron la compuerta del basurero, cayendo sincronizada y directamente en la basura.

El momento del horror: los zapatos perdidos en un mar de basura. Con mucha calma y un sentido del humor agudizado para ese momento, encontré mis zapatos, lavé bien mis manos, me compuse, me eché un dulce a la boca, y con mi mejor cara de inteligente, partí al salón de la prueba.

Para mi sorpresa, fui atrapada por el dedo del profesor, dulce afuera (al bolsillo de la cartera) y rendición del examen...

... el resultado no tuvo nada que ver con la suerte.

Tengo en cautiverio a un grillo cantor,
con un ritmo y una pasión;
ahí en mi corazón.


¿Y tú, tienes un grillo?

domingo, 2 de mayo de 2010

Cultivando un espíritu de adaptación

Nada es permanente, todo cambia. Eso es lo terrible de la vida. A veces los cambios son tan potentes que retornamos al punto cero de lo que hemos construido. Qué patético es ese momento en que perdemos las cosas; una desilusión inmensa de ese algo que nos parecía concreto, determinado; y que es peor aún, cuando ese algo, a la vez, nos definía.

Para mí los cambios son una verdadera mutilación. Tan humana y corriente, no concibo la idea de ser una lagartija, que a cola cortada no hay problema, que crece otra. Soluciones para que los cambios no sean tan dolorosos, difícil encontrarlas. Tal vez fácil decirlas, como:¡Supéralo ya!, pero es difícil en la práctica.

Aburrida ya de sufrir con los cambios, porque como me he dicho a mí misma, no tengo tiempo para andar sufriendo, estoy en una etapa de cultivo de espíritu de adaptación. Inevitablemente las cosas cambian, pero generalmente los cambios se producen de manera paulatina. Estar atento de esas pequeñas variables puede ser determinante para encontrar formas de manejarlas, acomodarnos o simplemente para que no nos pillen por sorpresa.

En la vida silvestre, donde los animales salvajes son libres, ellos tienen una desarrollada actitud frente a los peligros: siempre están predispuestos a los cambios. Simples, flexibles y atentos, esas cualidades los hacen libres. Ese espíritu de adaptación al medio, es el que busco.